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Exploits: Qué son, cómo funcionan y sus tipos

Descubre los exploits, cuál es su funcionamiento y sus diferentes tipos. Aprende a proteger tu empresa de estas amenazas informáticas.
Exploit

Los exploits son herramientas utilizadas en sistemas informáticos para aprovechar vulnerabilidades y obtener acceso no autorizado. Pueden actuar de forma remota o local y afectar diferentes tipos de software, incluyendo aplicaciones cliente y servidores.

Conoce más sobre qué son, cómo funcionan y los diferentes tipos en este artículo.

¿Qué es un Exploit en ciberseguridad?

Un exploit es un software, un fragmento de datos o una secuencia de comandos que aprovecha cualquier error o vulnerabilidad de aplicaciones o sistemas para provocar un comportamiento involuntario o imprevisto.

Su nombre deriva del verbo inglés to exploit, que significa “usar algo en beneficio propio”. Por eso, el objetivo de un ataque padece un defecto de diseño que permite a ciertas personas crear los medios para acceder a él y utilizarlo en su propio interés.

Funcionamiento de los exploits

Proceso de explotación de una vulnerabilidad

Estos aprovechan vulnerabilidades en sistemas informáticos para obtener acceso no autorizado o manipular su comportamiento.

El proceso de explotación comienza con la identificación de una vulnerabilidad, ya sea en un software o en un sistema operativo. Los hackers luego desarrollan un exploit específico que aprovecha esa vulnerabilidad. Una vez que dicho software ha sido desarrollado, se lleva a cabo el proceso de explotación. En primer lugar, el hacker selecciona el objetivo y envía el exploit al sistema objetivo.

A través de la vulnerabilidad identificada, se ejecuta en el sistema objetivo y aprovecha la vulnerabilidad para obtener acceso no autorizado. Es importante destacar que los exploits pueden tener diferentes métodos de explotación, dependiendo de la naturaleza de la vulnerabilidad.

Algunos se centran en superar los sistemas de autenticación y obtener acceso a nivel de administrador, mientras que otros pueden aprovechar vulnerabilidades específicas en protocolos de red o en el código fuente de una aplicación.

Uso de exploits en diferentes tipos de software

Pueden dirigirse a diferentes tipos de software, incluyendo aplicaciones cliente y servidores. Los hackers identifican vulnerabilidades en estos software y desarrollan exploits específicos para aprovechar esas vulnerabilidades.

En el caso de las aplicaciones cliente, como navegadores web o programas de correo electrónico, pueden ser utilizados para obtener acceso no autorizado al sistema del usuario a través de la ejecución de código malicioso. Esto puede permitir a los hackers robar información confidencial del usuario o controlar su sistema de forma remota.

Por otro lado, los exploits en servidores pueden permitir a los hackers acceder de forma no autorizada a datos sensibles almacenados en esos servidores, como información personal de los usuarios o datos empresariales confidenciales.

Exploit

Ejemplos de exploits en la web y dispositivos móviles

Estos también se hacen presentes en la web y en dispositivos móviles. Los hackers aprovechan vulnerabilidades específicas en los navegadores web, complementos o aplicaciones móviles para ejecutar código malicioso o llevar a cabo ataques.

Un ejemplo común es el uso de dicho software en el ámbito del phishing. Los hackers pueden crear sitios web o enviar mensajes de correo electrónico fraudulentos para robar información personal o credenciales de inicio de sesión de los usuarios desprevenidos.

Además, los dispositivos móviles, como smartphones y tablets, también pueden ser vulnerables a los ataques que buscan obtener acceso no autorizado o robar información. Los usuarios deben estar atentos a posibles actualizaciones de seguridad y descargar aplicaciones solo de fuentes confiables para minimizar los riesgos de explotación.

Tipos de exploits

Exploits remotos

Los exploits remotos aprovechan vulnerabilidades en sistemas informáticos a través de una conexión de red. Estos se ejecutan de forma remota sin la necesidad de acceso físico al sistema objetivo.

Pueden dirigirse a protocolos de red, servicios o aplicaciones en línea. Los hackers pueden explotar estas vulnerabilidades para obtener acceso no autorizado al sistema, robar información confidencial o incluso controlar el sistema a distancia.

Exploits locales

Los exploits locales se ejecutan en el sistema operativo o en una aplicación instalada directamente en la máquina objetivo. Para aprovecharlos, el atacante debe tener acceso físico o privilegios de usuario en el sistema. Estos pueden utilizarse para escalada de privilegios, obteniendo un nivel más alto de acceso en el sistema comprometido.

Exploits en aplicaciones web

Los exploits en aplicaciones web se centran en vulnerabilidades presentes en aplicaciones y sitios web. Estas vulnerabilidades pueden permitir a los atacantes manipular el comportamiento de la aplicación, acceder a información privada o incluso obtener acceso a servidores y bases de datos subyacentes.

Algunos ejemplos comunes incluyen la inyección de código SQL, Cross-Site Scripting (XSS) y Cross-Site Request Forgery (CSRF).

Exploits de día cero

Los exploits de día cero son aquellos que aprovechan vulnerabilidades desconocidas o recién descubiertas en el software. Estas vulnerabilidades aún no son conocidas por el proveedor del software y, por lo tanto, no se han emitido parches o soluciones para corregirlas.

Los atacantes pueden utilizarlos para obtener acceso no autorizado a sistemas que no están protegidos contra esa vulnerabilidad específica.

Ejemplos de exploits conocidos

Existen numerosos ejemplos de exploits conocidos que se han utilizado para comprometer sistemas en el pasado. Algunos de ellos incluyen el exploit EternalBlue, utilizado en el ataque WannaCry; el exploit Heartbleed, que afectó a la seguridad de OpenSSL; y el exploit Meltdown y Spectre, que afectaron a muchos procesadores modernos.

Estos demostraron el impacto significativo que pueden tener en la seguridad de los sistemas informáticos.

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Aplicaciones de los exploits

Al utilizar los exploits de forma maliciosa, representan una gran amenaza para la seguridad de los sistemas informáticos en el sector público y empresarial. En esta sección, exploraremos la importancia de la detección y respuesta ante exploits, las medidas de protección que se pueden implementar y algunos casos que han ocurrido en estos ámbitos.

Importancia de la detección y respuesta ante exploits

La detección temprana es fundamental para prevenir posibles ataques y minimizar los daños en un sistema. Los exploits pueden aprovechar vulnerabilidades no parcheadas o desconocidas, lo que los convierte en una herramienta muy peligrosa para los hackers.

Es crucial contar con sistemas de detección y respuesta eficientes que monitoreen constantemente las actividades sospechosas y sean capaces de identificar y bloquear los exploits en tiempo real.

Medidas de protección contra exploits

Existen varias medidas que las organizaciones y usuarios pueden implementar para protegerse contra los exploits. Algunas de estas medidas incluyen:

  • Actualizar regularmente los sistemas operativos y aplicaciones con los últimos parches de seguridad, contando con un buen mantenimiento informático.
  • Utilizar software antivirus y antispyware actualizado para detectar y bloquear archivos y programas maliciosos.
  • Configurar cortafuegos o firewalls y sistemas de seguridad de red para vigilar y filtrar el tráfico sospechoso.
  • Utilizar contraseñas fuertes y cambiarlas periódicamente.
  • Concientizar a los usuarios sobre las prácticas de seguridad, como no abrir correos electrónicos o archivos adjuntos sospechosos.

Descubre más información sobre cómo te podemos ayudar en este y muchos otros temas, solicitando una consultoría gratuita.

El equipo de AO Data Cloud estamos siempre a tu disposición. Siéntete libre de ponerte en contacto con nosotros y te ayudaremos en lo que necesites.

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