¿Qué es la soberanía de datos y por qué es tan importante?

¿Qué es la soberanía de datos y por qué es tan importante?
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En este artículo exploramos qué es la soberanía de datos, por qué adquiere tanta relevancia en la actualidad y cómo influye en la estrategia tecnológica de las organizaciones. Analizamos sus implicaciones legales, de seguridad y de competitividad, así como los pasos clave para ejercer un mayor control sobre la información empresarial.

En un mundo en el que la información se ha convertido en uno de los activos más valiosos para las organizaciones, la soberanía de datos cobra cada vez más protagonismo. En AO Data Cloud, como profesionales de la tecnología, nos enfrentamos al desafío de proteger y gestionar los datos de manera eficiente, cumpliendo con los requisitos legales y ofreciendo la máxima seguridad a nuestros clientes y colaboradores.

A continuación, profundizamos en el concepto de soberanía de datos (también conocida como data sovereignty o soberanía del dato), su importancia estratégica, su relación con la nube soberana y las implicaciones que conlleva para las empresas que desean mantenerse competitivas y seguras en la era digital.

¿Qué es la soberanía de datos o data sovereignty?

La soberanía de datos hace referencia al control y propiedad que una organización o un país ejerce sobre la información que genera, almacena o procesa, asegurándose de que se cumplan las normas y regulaciones locales o regionales. En otras palabras, implica que los datos estén sometidos a las leyes y jurisdicciones del territorio en el que se encuentran ubicados y se procesan.

El término soberanía de datos surgió como respuesta a las crecientes necesidades de proteger la privacidad, garantizar la integridad de la información y asegurarse de que los gobiernos o entidades extranjeras no puedan acceder a los datos sin la debida autorización. Con la transformación digital y la adopción masiva de servicios en la nube, la soberanía de datos se ha convertido en una de las principales preocupaciones para los líderes de IT de las empresas.

Para entender mejor la soberanía de datos, conviene conocer algunos principios esenciales:

  • Localización geográfica
    • Los datos se almacenan y procesan dentro de los límites de una jurisdicción específica (país o región). Esto permite que las organizaciones cumplan con las regulaciones locales, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) en la Unión Europea.
    • Mantener los datos “dentro” de un territorio determinado minimiza riesgos relacionados con la transferencia de información a países con legislaciones más laxas.
  • Control legal y normativo
    • La soberanía de datos implica someterse a la legislación local: desde la privacidad hasta la gestión de incidentes de seguridad y el cumplimiento de normas sectoriales (finanzas, salud, etc.).
    • Permite a las empresas demostrar su compromiso con la ciberseguridad y la protección de información sensible.
  • Gobernanza y políticas internas
    • Para ejercer la soberanía de datos, las organizaciones deben definir políticas internas claras, alineadas con la regulación y sus objetivos de negocio.
    • Estas políticas abarcan clasificación de información, encriptación, accesos, auditorías y control de la cadena de suministro (proveedores, partners tecnológicos, etc.).
  • Infraestructura y tecnología
    • A menudo se requiere una infraestructura adaptada a las exigencias de cada mercado o región. Por ejemplo, data centers ubicados en el mismo país donde opera la organización.
    • Las soluciones de “nube soberana” (o cloud soberana) ofrecen herramientas para cumplir con estos principios, garantizando la residencia y el procesamiento local de los datos.

¿Cómo funciona la soberanía de datos?

La soberanía de datos se articula mediante un conjunto de prácticas, controles e infraestructuras que garantizan que la información no salga de la jurisdicción correspondiente o, si lo hace, se realice bajo estrictas medidas de protección.
En el ámbito empresarial, podríamos resumir su funcionamiento de la siguiente manera:

  1. Identificación y clasificación: Se identifican qué tipos de datos maneja la empresa (personales, financieros, estratégicos, etc.) y se establecen categorías en función de su criticidad y sensibilidad.
  2. Segregación y política de acceso: Una vez clasificada la información, se definen las políticas de acceso y segregación de datos. De este modo, solamente las personas autorizadas pueden acceder a la información, y siempre bajo estrictos protocolos de autenticación.
  3. Encriptación y otras barreras de seguridad: Para garantizar que, incluso en caso de robo o interceptación, los datos sigan siendo ilegibles, se implementan mecanismos de encriptación en tránsito y en reposo, además de otros controles, como Firewalls de última generación y sistemas de detección y respuesta ante amenazas (XDR).
  4. Data centers y proveedores locales: Las empresas optan por centros de datos locales o soluciones en la nube con presencia en la región, lo que facilita el cumplimiento de normativas locales de soberanía de datos. Estos proveedores deben garantizar que la información se aloje en ubicaciones concretas y no se replique en países con legislaciones más permisivas.
  5. Auditorías y cumplimiento: Se establecen procedimientos de auditoría y verificación periódicos para asegurar que se cumplan las normas de protección de datos locales. Asimismo, se elaboran informes que demuestran la conformidad con estándares como ISO 27001 o SOC 2, dependiendo de las necesidades del negocio y del mercado.

¿Por qué es importante la data sovereignty?

Actualmente, la información es el activo más valioso y, a la vez, uno de los más vulnerables. La soberanía de datos ofrece ventajas significativas:

  • Cumplimiento legal y reputación: Las organizaciones que operan bajo esquemas de data sovereignty reducen el riesgo de sanciones y mejoran su reputación al mostrar compromiso con la privacidad y la seguridad de los datos.
  • Protección contra injerencias externas: Garantiza que solo las autoridades locales, sujetas a un debido proceso legal, puedan acceder a la información. Así, se evita la intervención de organismos extranjeros que puedan reclamar acceso bajo leyes menos restrictivas.
  • Confianza de clientes y socios: Al demostrar que la información se gestiona bajo un control riguroso y con políticas transparentes, las empresas generan mayor confianza en sus clientes, inversores y socios estratégicos.
  • Ventaja competitiva: Al cumplir con las regulaciones más exigentes, como el RGPD, las organizaciones no solo mitigan riesgos, sino que también obtienen un diferenciador de mercado, especialmente en sectores como finanzas, salud, gobierno y servicios críticos.
  • Seguridad reforzada: El ejercicio de la soberanía de datos impulsa la adopción de mejores prácticas de ciberseguridad, como cifrado, monitorización continua, segmentación de redes y planes de contingencia ante incidentes.

¿Qué es la nube soberana?

La nube soberana o sovereign cloud es un modelo de infraestructura en la nube diseñado para garantizar que los servicios y los datos se gestionen de acuerdo con las regulaciones de un territorio específico. A diferencia de las nubes públicas tradicionales, donde los datos pueden moverse con relativa libertad entre diferentes centros de datos (incluso en distintos países), la nube soberana asegura que:

  • El almacenamiento y el procesamiento se llevan a cabo exclusivamente en la región designada.
  • El control y la gestión del servicio (incluyendo mantenimiento, actualizaciones o soporte) también estén bajo jurisdicción local.
  • Se cumplan estrictamente las normas de protección de datos del país o región.

Este modelo ofrece la escalabilidad y flexibilidad de la computación en la nube, pero sin sacrificar el cumplimiento normativo ni la confidencialidad de la información. En muchos casos, la nube soberana se encuentra respaldada por proveedores locales o multinacionales que cuentan con instalaciones certificadas y equipo técnico en el territorio donde se utiliza el servicio.

Relación entre la soberanía de datos y la nube

La popularización de servicios en la nube ha generado un mayor reto a la hora de mantener la soberanía de datos. Hasta hace pocos años, las empresas se limitaban a almacenar su información en servidores on-premise o en data centers cercanos. Sin embargo, con el auge de la nube pública, los datos pueden “viajar” a diferentes países en cuestión de segundos.

Para CIOs, CISOs, CTOs e IT Managers, la relación entre la soberanía de datos y la nube se traduce en la necesidad de:

  • Elegir cuidadosamente el proveedor: Comprobar si ofrece garantías de ubicación local de datos y si cumple con la legislación en materia de protección y privacidad de la información.
  • Definir cláusulas contractuales: Incluir acuerdos de servicio (SLA) que especifiquen la localización de los datos, los protocolos de cifrado y las responsabilidades de cada parte en caso de incidentes de seguridad.
  • Monitorizar y auditar: Implementar herramientas que permitan un seguimiento continuo del flujo de datos y su almacenamiento, para detectar cualquier incumplimiento de los acuerdos de soberanía.

Implicaciones de la soberanía de datos para las empresas

Ejercer la soberanía de datos no se limita a elegir un proveedor de infraestructura local o a cumplir con normas de cifrado. Tiene un impacto amplio en la organización:

  • Reestructuración interna: Las áreas de TI, legal, compliance y negocio deben trabajar de forma coordinada para establecer políticas y procedimientos claros sobre gestión de datos. Esto puede requerir la redefinición de flujos de trabajo, aplicaciones y servicios.
  • Costes y ROI: Al principio, puede suponer un coste adicional invertir en soluciones que garanticen la localización de datos y la adecuación a la normativa. Sin embargo, a largo plazo, se traduce en un retorno de inversión a través de la reducción de riesgos, la protección de la reputación y la optimización de procesos.
  • Capacidad de respuesta: Las organizaciones adquieren un mayor control sobre sus datos, lo que facilita la toma de decisiones, la mejora de la continuidad del negocio y una capacidad de respuesta más rápida ante incidentes de seguridad o cambios legales.
  • Cultura de la seguridad: La soberanía de datos impulsa una cultura corporativa orientada a la seguridad y la privacidad, enfatizando la formación del personal, la responsabilidad individual en el manejo de la información y la supervisión constante de las prácticas de TI.
  • Colaboración con partners locales: Para garantizar que todo el ecosistema respete los mismos criterios de soberanía de datos, las empresas deben colaborar con proveedores y aliados, como lo somos en AO Data Cloud, que cuenten con la infraestructura y la experiencia adecuada en la región.
AO Data Cloud

Aspectos clave para ejercer la soberanía de datos

Para las organizaciones que desean implantar o reforzar su soberanía de datos, proponemos los siguientes pasos:

  1. Evaluación de riesgos: Comenzar con un mapeo de los datos críticos y sensibles, identificando dónde se almacenan y bajo qué condiciones de seguridad y jurisdicción.
  2. Diseño de políticas y procedimientos: Definir políticas internas claras sobre clasificación de datos, encriptación, retención y borrado seguro de la información. Es esencial que estas políticas estén respaldadas por la alta dirección y se hagan cumplir en todas las áreas de la empresa.
  3. Selección de infraestructura y proveedores confiables: Optar por proveedores que ofrezcan servicios en la nube soberana o, al menos, data centers locales auditados y certificados. Se recomiendan esquemas de verificación de tercera parte (ISO 27001, SOC 2, etc.) para validar la solidez de la infraestructura.
  4. Formación y concienciación: Capacitar a los empleados de diferentes niveles en seguridad de la información, concienciándolos sobre los riesgos asociados con la fuga de datos y los beneficios de la soberanía de la información.
  5. Monitoreo y auditoría continua: Implementar herramientas de monitorización para detectar cambios en la ubicación de los datos, accesos indebidos o posibles brechas de seguridad. Paralelamente, llevar a cabo auditorías regulares que acrediten el cumplimiento de las regulaciones locales.
  6. Plan de contingencia: Desarrollar e implementar un plan de respuesta a incidentes (DRP — Disaster Recovery Plan y BCP — Business Continuity Plan) que incluya la restauración de datos en la misma región o jurisdicción para cumplir con la soberanía de datos en situaciones de emergencia.

En conclusión, la soberanía de datos es, hoy más que nunca, un componente esencial en la estrategia de TI de cualquier organización que se preocupe por su seguridad, cumplimiento normativo y reputación. La adopción de políticas y tecnologías que garanticen la residencia, protección y gobernanza de la información no solo protege contra posibles sanciones, sino que además refuerza la confianza de clientes y partners, convirtiéndose en un factor diferenciador clave.

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